Reconocer los síntomas del estreñimiento crónico

Reconocer los síntomas del estreñimiento crónico

El estreñimiento crónico significa tener evacuaciones infrecuentes o sufrir dificultades para expulsar las heces durante varias semanas o más.

La mayoría de personas se ven afectadas por el estreñimiento en algún momento de su vida. Sin embargo, para hasta un cuarto de la población, el estreñimiento es más que una molestia menor: sufren un estreñimiento crónico y esto afecta significativamente a su calidad de vida.

Muchas personas no saben que padecen estreñimiento crónico. Consideran normal ir al lavabo menos de tres veces por semana, pasarse horas en el baño o tener que hacer esfuerzos excesivos para evacuar. Es parte de su rutina. Como el estreñimiento los ha acompañado durante años, acaban por considerarlo parte de sí mismos.

Además, el estreñimiento sigue siendo un tema tabú, que mucha gente no desea compartir con nadie. No quiere explicar sus dificultades para ir al baño ni siquiera a su médico. Vive esta dolencia con angustia. No lo consulta con su doctor. Se automedica. Usa remedios, como los laxantes, de manera regular y sin control médico. Y sufre en silencio los efectos adversos de unas soluciones que no son adecuadas para un uso crónico.

¿Te sientes identificado? En este artículo vamos a explicar cuáles son los síntomas clave del estreñimiento crónico, científicamente establecidos, para que puedas valorar si lo padeces y acudir a tu médico para que confirme el diagnóstico y te apoye en el tratamiento. Los médicos disponen de herramientas muy útiles, de uso internacional, para detectar si un paciente sufre estreñimiento y pautas o cambios en la defecación sin necesidad de que los pacientes deban explicar detalles personales.

En cualquier caso, debes pedir cita con un doctor y comentarle todos los síntomas si notas cambios raros y persistentes en tus hábitos intestinales.

¿Cuáles son los síntomas clave del estreñimiento?

¿Cuál es la frecuencia normal de ir al baño? Para las sociedades occidentales, los límites normales del ritmo deposicional oscilan entre tres deposiciones diarias como máximo y tres deposiciones semanales como mínimo. Aparte del ritmo deposicional, los médicos valoran otros factores para determinar si existe estreñimiento. Existen unos criterios diagnósticos del estreñimiento acordados internacionalmente para establecer científicamente los síntomas del estreñimiento. Son los criterios ROMA III.

Según estos criterios es muy probable que sufras estreñimiento crónico si has tenido alguna combinación de los siguientes síntomas durante tres meses o más en el último año:

  • Menos de 3 defecaciones por semana.
  • Dificultad o esfuerzo extremo para evacuar las heces.
  • Heces duras o grumosas.
  • Incomodidad o hinchazón abdominal.
  • Sensación de evacuación incompleta.
  • Sensación de obstrucción en el área ano-rectal.
  • Necesidad de maniobras manuales para facilitar la expulsión (extracción digital o compresión del suelo pélvico).
¿Cómo identificar los síntomas clave?

Otra herramienta utilizada por los médicos es la escala de heces de Bristol. Desarrollada por la Universidad de Bristol en Reino Unido, es una guía visual que sirve para medir la consistencia y la forma de las heces. Resulta muy útil para que los médicos puedan comprender cómo son las heces de sus pacientes sin necesidad de que estos deban explicarlas detalladamente.

Según la escala de heces de Bristol se diferencian siete tipos de heces. El tiempo de tránsito intestinal disminuye desde el tipo 1 (hasta 100 horas) hasta el tipo 7 (alrededor de 10 horas). Si miras la tabla, probablemente puedas identificar tus propias heces en alguno de los tipos, pero ¿sabes qué significa cada uno?

  • Tipo 1 y 2: Tienes estreñimiento. Esas pequeñas bolitas o salchichas grumosas que luchas para empujar hacia fuera significan que estás teniendo alguna dificultad. El estreñimiento puede llegar a ser muy doloroso, si no lo es ya, y hay diversas soluciones para este problema. Convendría que fueras a ver un médico para hacerte una revisión. Por lo general, los doctores sólo presionan el abdomen para examinarlo, así que no te preocupes: esta visita no tiene por qué ser invasiva.
  • Tipo 3 y 4: ¡Buen trabajo! Estás en la zona ideal. Las heces lisas y suaves en forma de salchichas bien formadas son la “caca” ideal que todos intentamos lograr. Si has producido estos pequeños milagros diarios, estás haciendo algo bien.
  • Tipo 5, 6 y 7: Trozos pastosos, desde pedazos blandos hasta un “líquido” marrón: está en camino de convertirse, o ya lo es, en la vieja amiga diarrea. Puedes tener diarrea por muchas razones. Puede ser que acabas de comer algo que no te ha sentado bien. Puede ser que estés enfermo. Este artículo no puede decirte cuál es tu caso, así que habla con tu médico si estás preocupado.

Como puedes ver, la “caca” viene en una variedad de formas, tamaños y consistencias. Un cambio muy temporal probablemente no significará mucho, pero si experimentas movimientos intestinales no ideales durante más de un par de días, deberías hablar con tu médico.

Un caso práctico de uso de estas herramientas

¿Quieres comprobar cómo se utilizan la escala de heces de Bristol y los criterios ROMA III con un caso práctico? En un estudio clínico de MOWOOT, un dispositivo médico que ofrece un tratamiento inspirado en los masajes que administran los terapeutas para aliviar el estreñimiento, se utilizaron estas herramientas para analizar el estado de los pacientes antes y después del estudio.

En concreto, se aplicaron criterios de ROMA III, como la frecuencia semanal de deposiciones o el tiempo medio de defecación, y el parámetro que se siguió para determinar la consistencia fecal de los pacientes fue la escala de heces de Bristol.

Los pacientes contestaron una serie de cuestionarios, basados en estas dos herramientas, antes y después de probar MOWOOT. Así, al final del estudio, se pudieron demostrar mejoras en la salud intestinal de los pacientes: en todos ellos mejoró la consistencia de las heces, según la escala de Bristol; además declararon que había aumentado el número de veces que iban al baño por semana y que tenían que pasar menos rato en el lavabo.